martes, 10 de agosto de 2010

¿Qué es el aikido Tradicional?

AIKIDO IWAMA SHIN SHIN AIKISHURENKAI
DENTOU IWAMA RYU AIKIDO
AIKIDO TRADICIONAL

El estilo tradicional Iwama Ryu, conserva la práctica del Aikido tal cual fue enseñada por el Fundador, no sólo en lo técnico sino también en los códigos del Bushido (Do), siendo estos: el Respeto, la Tolerancia, La Humildad y la Perseverancia.

Morihiro Saito fue quien practicó mayor tiempo con O’Sensei Morihei Ueshiba (Fundador del Aikido), siendo sucedido en estos tiempos por su hijo Hitohira Saito.

Una de las características principales del Estilo Iwama Ryu, es que le da la misma importancia a la práctica de las armas (bokken, tanken, Jo, shuriken) y las técnicas corporales: taijutsu.

También, se busca una constante perfección en la correcta ejecución de las técnicas, a través de un aprendizaje progresivo, en donde en un principio los ejercicios se realizan lenta y ajustadamente hasta adquirir un cierto dominio y poder hacer las técnicas con fluidez, efectividad y contundencia, llegando así al objetivo de todo Budo, que el Arte Marcial pueda servir como defensa.

KAICHO DE NUESTROS TIEMPOS: HITOHIRA SAITO SENSEI.

Nació en 1957 y creció en Iwama, donde comenzó la práctica del aikido a la edad de los 7 años; estudiando desde pequeño bajo la instrucción de O’Sensei y continuando posteriormente bajo la supervisión de su padre, el Maestro Morihiro Saito.

El trabajo de Hitohira Saito busca preservar fervorosamente el espíritu y las técnicas tradicionales del Aikido de O’Sensei. Actualmente, la Escuela Iwama Ryu es dirigida por Hitohira Saito, quien continúa con el gran emprendimiento que comenzó su padre de conservar este Aikido Tradicional. También se caracteriza por una técnica impecable y demoledora, y su espectacular didáctica en la enseñanza del Aikido.

domingo, 4 de abril de 2010

Declaración de Hitohira Saito - Comunicado Oficial al mundo del aikido

CARTA DE HITOHIRO SAITO SENSEI
(hijo sucesor de Morihiro SAITO Sensei, 9° Dan):

Han pasado diez meses desde que el grupo de Iwama abandonó la Federación Aikikai y se transformó en un grupo independiente. Me place informar a todos nuestros miembros que he estado desarrollando mis actividades despacio pero seguramente con confianza.
En esta carta me gustaría agradecerle desde el fondo de mi corazón a todos los que me han estado apoyando y ofreciéndome su colaboración sincera constantemente. En primer lugar, me gustaría hablarles sobre lo ocurrido tras el fallecimiento de mi padre, Morihiro Saito, el 13 de Mayo de 2002.
Visité las oficinas centrales de la Federación Aikikai junto con uno de los directivos del comité de la ceremonia funebre de mi padre, donde se llevó a cabo una reunión con el Doshu y con otra persona de la "All Japan Aikido Federation". En la reunión se nos pidió que hiciéramos lo siguiente:

Que devolviéramos el nombre de "Ibaraki Dojocho" al Aikikai.
Que la familia Saito dejara de utilizar el título de "Guardianes del Templo Aiki".
Que deberíamos dejar de entregar diplomas de Iwama-ryu, si permaneciéramos dentro de la Federación Aikikai.

Había estado pensando en devolver en un futuro próximo el dojo de Ibaraki, por lo que respondí que estaba de acuerdo con los dos primeros pedidos. Sin embargo, su tercer pedido me dejó perplejo.

Como todo el mundo sabe, el entrenamiento que hacemos presentemente en Iwama es diferente del que se lleva a cabo en otros dojos de Aikido. Esto ocurre porque preservamos fielmente las enseñanzas del Fundador, y además mi padre siempre se sintió orgulloso de ello. Este entrenamiento se basa en la unión del Ken, el Taijutsu y el Jo, y se lo transmitió sólo a mi padre.

Mi padre dedicó su vida entera a trabajar con el fundador en los campos y bosques, ayudándolo a cultivar y a cuidar los árboles. Sirvió al Fundador entregándose de cuerpo y alma. Solía decir: "Enseño fielmente las técnicas que el Fundador me enseñó, porque este dojo de Ibaraki le pertenece sólo a él."

El grupo de Iwama-ryu con su propio sistema de graduaciones fue creado por aquellos que se sintieron conmovidos por la forma de vivir de mi padre y que decidieron seguirlo como su profesor. Estas graduaciones se le daban en su mayoría a sus estudiantes extranjeros. Por ello, respondí al tercer pedido diciendo que era el deseo de mi padre preservar el estilo de Iwama y pedí que hicieran una cosa a cambio de aceptar su pedido.

Mi petición consistía en la publicación en su periódico oficial diciendo que el estilo de Iwama practica el Aikido del Fundador. Pensé que si el Aikikai mostrara su reconocimiento y nos aceptara, entonces sus diplomas serían un tesoro para todos los alumnos de Iwama-ryu. Sin embargo, esto no ocurrió y no se le informó a nadie en la Federación Aikikai de la renión entre el Aikikai y nosotros.

Pensé que no debería incomodar a la Federación Aikikai ni al Doshu con el tema de Iwama-ryu durante los 3 años de luto por mi padre, ya que no tenía intención de dar diplomas Iwama-Ryu. Sin embargo, en menos de un año mis alumnos me pidieron, después de recibir el diploma del Aikikai, que les diera también el de Iwama-ryu. Después del fallecimiento de mi padre, sus estudiantes más antiguos quisieron independizarse y fundaron su propia asociación con el nombre de "Takemusu Aiki". Empezaron también a darles a sus alumnos sus propios diplomas.

En este momento en el que se estaba dando una ruptura dentro de nuestro grupo, muchos estudiantes escogieron seguirme a mí del mismo modo que habían seguido a mi padre. Ellos son el verdadero tesoro que mi padre me dejó. Por ello, cuando me pidieron que les entregara los diplomas de Iwama-ryu no pude rechazar su pedido. Me enorgullezco mucho de mi padre. Podía entender lo que mi padre estaba pensando en cualquier momento.

Hoy todavía me pregunto que haría mi padre si estuviera aquí. Me dí cuenta de que no podía continuar la misión de mi padre dentro de la Federación Aikikai sin tener más problemas con ellos. Por ello decidí abandonar el Aikikai y fundar mi propia asociación. Mis sentimientos de gratitud hacia el Fundador no han cambiado y seguiré fielmente su espíritu. También respeto el antiguo Doshu así como el actual.

Mi independencia no es el resultado del conflicto entre el Aikikai y nosotros. Creo que el Doshu lo entiende. Nosotros, la familia Saito, seguiremos viviendo al lado del Dojo Ibaraki. Ofrecemos nuestras oraciones al Templo Aiki y le deseamos salud a la familia Ueshiba. Le agradecemos a las personas que cuidan ahora el Ibaraki Dojo. Creo que es la mejor forma de que varias personas compartan la tarea de cuidar el Templo Aiki y el Dojo. Continuaré madurando y desarrollando las técnicas del Aikido y mejorándome a mi mismo. Al mismo tiempo seguiré al Fundador y me dedicaré a preservar las técnicas de mi padre.

Deseo profundamente trabajar con ustedes y me gustaría conocer y contactar con muchas personas. Deseo sinceramente ayudar al mayor número de personas posible a entender "el principio de las verdaderas técnicas básicas" del Fundador.

Saludos cordiales,
Hitohiro SAITO
Septiembre 2004
Seminario internacional de Italia, Europa